Se dice que José María Morelos y Pavón ofició diversas misas a lo largo de 1813 en la Iglesia hundida en Churumuco, Michoacán.
La Iglesia hundida en Churumuco, Michoacán, es un sitio que atrae la atención de turistas y lugareños por igual. Este lugar, ubicado en el suroeste de México, es el hogar de una iglesia histórica que quedó sepultada bajo el agua después de la construcción de una presa en la década de 1960.
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La iglesia se construyó a principios del siglo XX y estaba dedicada a San Juan Bautista. Era un importante lugar de culto para la comunidad local y una muestra de la rica historia religiosa de la región.
Sin embargo, después de la construcción de la presa, el nivel del agua subió y la iglesia quedó sumergida bajo el lago artificial. Desde entonces, se ha convertido en una atracción turística popular para aquellos que quieren ver una iglesia que yace en el fondo del agua.
Historia de la Iglesia hundida en Churumuco
La historia de esta iglesia se remonta al siglo XVIII, cuando se construyó como un templo para la veneración de la Virgen de la Soledad. La iglesia fue construida en un lugar conocido como “El Varal”, una pequeña colina situada en la región de Tierra Caliente en Michoacán.
La iglesia estuvo activa durante muchos años, y se convirtió en un lugar de culto y peregrinación para los habitantes de la región. Sin embargo, en la década de 1950, se produjo una serie de lluvias torrenciales que causaron una inundación en la zona.
Las inundaciones causaron graves daños en la iglesia, y la estructura comenzó a hundirse en el suelo. Poco a poco, la iglesia se fue hundiendo cada vez más en el suelo, hasta que finalmente quedó completamente sumergida bajo tierra.
Desde entonces, la iglesia hundida en Churumuco ha sido un enigma y un misterio para los habitantes locales y para aquellos que han oído hablar de ella. Aunque ha pasado mucho tiempo desde que se hundió, la iglesia sigue siendo un punto de interés para los turistas y los investigadores.
La iglesia es un ejemplo de la arquitectura colonial mexicana, con su estilo barroco y neoclásico. A pesar de que está sumergida en el suelo, la iglesia todavía conserva algunos de sus detalles y características arquitectónicas, lo que la convierte en una verdadera joya histórica y arqueológica.
¿Qué hacer en Churumuco?
La iglesia hundida en Churumuco es un lugar místico y fascinante. La vista de los restos de la iglesia, con las cruces que emergen del agua y los bancos que se desvanecen en la profundidad, es realmente impresionante. La luz que se filtra a través del agua le da a la iglesia un ambiente mágico y misterioso.
Para llegar a la iglesia hundida en Churumuco, hay que navegar en bote por el lago y admirar la majestuosidad de la presa. Es posible alquilar un bote en la zona y contratar a un guía que lleve a los visitantes a ver la iglesia sumergida.
Durante la visita, los turistas también pueden ver los restos de la ciudad que quedó inundada cuando se construyó la presa.
Aunque la iglesia hundida es un lugar popular para tomar fotografías y disfrutar de la vista, también tiene un significado religioso para los habitantes de la zona. Para ellos, la iglesia representa un lugar sagrado y un recordatorio de su historia y su fe.
Muchos acuden a la iglesia hundida para orar y realizar ceremonias religiosas, creyendo que la iglesia sigue siendo un lugar de culto a pesar de estar sumergida bajo el agua.
Sin embargo, la iglesia hundida en Churumuco también plantea un desafío para las autoridades locales y nacionales en cuanto a la conservación del patrimonio histórico y cultural. La falta de protección y cuidado de la iglesia podría llevar a su deterioro y eventual desaparición.
A pesar de ser un sitio turístico popular, se requiere de un mayor esfuerzo por parte de las autoridades para preservar la iglesia hundida como un tesoro cultural y religioso.
En resumen, la iglesia hundida en Churumuco es un lugar único e impresionante que atrae a turistas y creyentes por igual. Es un testimonio de la rica historia religiosa y cultural de la región y un recordatorio de la necesidad de preservar y proteger el patrimonio histórico.
La iglesia hundida es un lugar que vale la pena visitar para experimentar su belleza y espiritualidad y para apreciar la importancia de la conservación del patrimonio cultural y religioso.